mercredi 19 mars 2008

Chaos


Mamá natura ha de ser virgo, digo yo, porque todo -TODO- lo organiza en sistemas: macros, micros, visibles, invisibles, evidentes, escondidos, estables, inestables...

Cuando un sistema es estable podemos, "facilmente", saber como se desarrollará tan sólo con establecer nuestras "condiciones iniciales", es decir, las -más bien pocas- variables que determinarán su evolución en el tiempo. Ej burdo: saciar la sed. Sabemos que para obtener agua necesitamos abrir una llave y eso requiere poner la mano sobre ella y girarla en el sentido predefinido; administrando bien estas variables (mano, fuerza de giro, giro en sí) sabemos que cada vez que queramos obtener agua podemos, simplemente, ir a la llave, girarla y recibir el dichoso líquido desabrido -guacala. Así, tantas veces como produzcamos las condiciones iniciales obtendremos el mismo resultado.

Un sistema inestable, por su parte, es uno que está definido por muchas variables que hacen que su evolución sea muy difícil -sino imposible- de predecir, simplemente porque no estamos en capacidad de medir todas las infinitamente pequeñitas variaciones como para darnos cuenta de cuándo cambió la cosa y entonces, aun partiendo de idénticas condiciones iniciales, los resultados "predictivos" pueden ser enormemente diversos y hasta opuestos, unos de otros. Estos sistemas inestables poseen un "tiempo característico" que es el necesario para que una pequenísima diferencia, variación o cambio en una de las múltiples variables, vea su efecto amplificado x 10 veces. Así, 2 veces transcurrido el tiempo característico el efecto del -antes ínfimo- cambio, será 100 veces; 3 veces el t.c. será 1000 , etc...

Esto, dibujado, se vería como 2 rayitas que nacen juntas pero pasado cierto tiempo comienzan a trazar trayectorias diferentes. Cuando ha pasado suficiente tiempo, la diferencia de evolución se hace realmente notoria y en términos de explicación, no se halla ninguna! simplemente porque a la escala que se produjo la variación original, no somos capaces de ver nada. Y como suele pasarnos, si no podemos ver asumimos que no existe nada ahí. Y entonces inventamos términos con gusto a esoterismo como "azar".

El agua se mueve en una trayectoria azarosa: no podemos decir pa' donde va a saltar la gotita que sigue; el tiempo (atmosférico) es azaroso: los pronósticos fallan todo el tiempo; el humo del cigarro describe volutas perfectamente antojadizas, como animadas de voluntad propia: imposible saber que figurita harán; etc.

Y todo este blabla, para qué? Para decir, simplemente, que me reconozco caótica. Y eso no significa que actúe antojadizamente, que mis actos sean animados de azar puro, guiados por astros, hormonas o males de ojo; eso significa, en revanche, que el sistema "P" -yo- está definido por múltiples variables, todas conjugándose al unísono -en una canción mas o menos armónica- en interacción e interdependencia y entonces cuando hago "esto o aquello" no es gratuito, no es capricho, no es antojo, es resultado, respuesta. Ahora bien, que el observador no pueda ver donde está la causa, eso ya no sé si sea problema mio. Porque muchas veces, yo misma no sé ver tan chiquitito...

En otra oportunidad continuo con los "atractores extraños" y como estos sistemas inestables -como el ser humano- son a la vez sistemas deterministas y caóticos.


6 commentaires:

huelladeperro a dit…

Excelente explicación!!
Espero con impaciencia la suite, los atractores extraños, esos como agujeros negros alrededor de los cuales giramos sin nunca alcanzarlos.
bisous, chère P

raindrop a dit…

Y, sobre todo, es que nos perdemos en los niveles cuánticos, donde un solo fotón puede alterar la posición de los electrones del sistema. Ahí entra en conflicto el indeterminismo de Heisenberg con la afirmación de Hawking de que la mecánica cuántica es determinista en sí misma...
La mente humana parece funcionar a nivel cuántico, donde todo resulta ser muy impredecible.
Espero que te animes a escribir esa interesante continuación :)

besos

raindrop a dit…

Hola, te hago entrega de un premio bloguero (creo que no lo tienes "repe"). Puedes recogerlo en mi blog, habrá canapés si llevas la bebida ;)

besos

Centrífugo a dit…

Y nada más impredecible, indeterminado y fantástico, que leer de pronto, a quemarropa y sin aviso un post de Mademoiselle P más parecido a una revista de divulgación científica (o al préambulo de una novela de anticipación)...

Comparto lo dicho por huelladeperro: Excelente explicación y asombrosa claridad.

Más que la continuación, me encantará leer vuestra metáfora de estos sistemas sobre los seres humanos...

Abrazos Centrífugos!

estados a dit…

Ciertamente tu claridad es asombrosa. Venga una reverencia respetuosa por tus palabras.

Especialmente porque el centro de todo eres tú, sistema inestable que conserva su centro. Todo sistema tiene un centro y me parece que he ahí la clave de todo, en el centro.

Me gusta eso de que todo se mueva y que sea casi imposible ver tan "en chiquitito". Y creo que el observador -acá- es lo que menos importa. Yo me concentraría en el centro del sistema inestable.

Un beso.

OzHoMaTli a dit…

Mariposa:
A mi me surgen muchas dudas sobre como ver las cosas que explicas.
Quizá, porque no soy un experto en los temas de la física. Sin embargo, es cierto. Las cosas que haces están determinadas por algo, pero la respuesta "aunque por aprendizaje puede estar determinada" la reacción no simpre es la misma. Eso me hace recordar lo siguiente "No existe un solo poder del alma que permanezca inalterable, si quiera por un momento. La mente es una especie de teatro en el que distintas percepciones se presentan en forma sucesiva; pasan, vuelven a pasar, se desvanecen y mezclan en una variedad de posturas y actuaciones. No existe en ella ni simplicidad en un tiempo, ni identidad a lo largo de momentos diferentes, sea cual sea la inclinación natural que nos lleva a imaginar esa simplicidad e identidad. La comparación del teatro no debe confundirnos: son sólo las percepciones las que constituyen la mente, de modo que no tenemos ni la noción más remota del lugar en que se representan esas escenas, ni tampoco de los materiales de que están compuestas. ¿Qué es entonces lo que nos induce a asignar una identidad a esas percepciones sucesivas y a creernos en posesión de una existencia invariable e interrumpida durante toda nuestra vida? (David Hume)"
Lo qué además quiero agregar, es que a mi no me parece que las cosas sean concentricas. El que alguien no pueda ver la "chiquito" de nosotros, tampoco nos exime de no ver lo "chiquito" de los otros, quizá debemos ser más empáticos y tratar de darle un orden a lo entrópico.
Creo que el choro ya es muy grande. Espero la continuación de ésto.
Saludos!!!

... cave canem ... cave canem ... cave canem ... cave canem ... cave canem ...