cartas quemadas

Y contrariamente a lo que pareces creer, yo te amé intensa, desmesurada, profundamente. Ni una de mis palabras fue falsa, ninguna promesa vana, ninguna caricia mentira.

Pasó, como tantas cosas pasan, que cuando mi necesidad de ti en tanto apoyo, hombro, mano amiga, soporte y proteccion arreció, tu no estabas listo para ese rol (o sólo no lo querias, no sé).

Pasó que me dijiste "si" sintiendo un "no" y yo, literal que soy, me aferré a ese "si" y lo hice real en mi mente. Es una de mis limitaciones mayores : pedir con tanto ahinco que llego a forzar la respuesta que quiero oir y la creo espontánea, genuina, sincera. Mi argumento de defensa es que siempre se puede ser honesto y decir "no", que ante el vicio de pedir se alza la virtud de negar, que pedir no es exigir aun cuando traiga consecuencias definitivas...

Crees que te engañé y probablemente que te usé, pero no es verdad. Puse todo mi ser en nuestra historia, todas mis ganas, todos mis sueños y energia. Fui honesta cuando dije cosas dulces y lo fui también cuando me tocó decir cosas feas.

Era tan importante para mi aquel "nosotros" que no podia permitir que se transformara en un perpetuo juego de querer y no querer, de no estar seguro, de desconfiar apenas el ojo perdiera de vista cada movimiento. No podia dejar que todo lo bueno que podia haber se asfixiara entre concesiones forzadas, inconformidades primarias, necesidades elementales insatisfechas.

Y viéndolo asi, aun cuando suelo cargar la balanza a favor de los "te amo", aquello de bueno que teniamos era fragil y pequeño al lado de lo malo con lo que debimos lidiar ambos y eso no sirve para construir, continuar, mantener una relación de pareja sana.

Sé, o creo saber, que sientes un profundo desprecio por mi -ni me atreveria a decir que me odias porque sé que racionalmente no querrias adjudicarme tanta importancia- y debo decir que siento gran inquietud por eso, que hasta me duele, porque puse todo de mi, todo y aun si mis mejores caracteristicas distan enormemente de la perfeccion, no creo que eso me haga meritoria del desdén que cultivaste contra mi y que contagiaste.

Te quise mucho, tanto y tan ingenuamente, que crei que queriamos las mismas cosas tan solo porque me dijiste que asi era. No sé leer todos los lenguajes y me perdi y me frustré.

Sin embargo atesoro algunas cosas, muchas experiencias y cientos de imágenes; te agradezco el mundo que me mostraste y lo que compartiste conmigo : una flor, la tierra misma nunca volvieron a ser las mismas en mi mente. Te agradezco haberme acercado a realidades que siempre estuvieron muy distantes de la mia : finalmente me reconozco latinoamericana y eso, retrospectivamente, comenzó con conocerte. Te agradezco el lenguaje renovado de las imagenes que fomentaste en mi : mi memoria no alcanza a contenerlo todo y me desespera sólo pensar en perderme tantos colores, tantas formas, tantas ideas efimeras.

Te pido perdón si te hice daño. No : te pido perdón porque te hice daño. Involuntariamente, debes saber, debes tenerlo claro, pero eso no hace desaparecer el dolor, la rabia o la tristeza y por eso quiero que sepas que lamento mucho si en tu mente, en tu visión de la historia merezco tu desprecio.

Y porque no soy martir de nada ni bondadosa como quisiera, de todas formas quiero que sepas que tu me hiciste mucho daño a mi, que me hiciste mucha falta cuando más te necesitaba y que fue cuando más te negaste, que me heriste infinitamente cada vez que tus actos invalidaban tus palabras de compromiso, que destruiste muchos sueños que tus propias palabras habian inducido en mi...

Crees tu posible, entonces, que habiendo ambos sentido dolor y desilusión -que aun ahora somos capaces de recordar- mientras estuvimos juntos, habia alguna viabilidad para nuestra historia? honestamente? Yo pienso que tu también conocias la respuesta pero no sé qué hizo que cuando la decisión salio de mi boca y no de la tuya, todo el rencor del mundo vino a nublarte como para que aun hoy, a años de aquéllo, me desprecies y pienses en mi con repugnancia.

Sólo quisiera que pudieramos ser un recuerdo en paz de nosotros mismos, porque cada uno en su propia medida y capacidad puso de si, amó, creyó y soñó y esa entrega merece respeto. Cada uno continuo su vida recorriendo el camino que mas le pareciera, nadie nos obligó a estar juntos ni a separarnos pero son hechos que forman parte de lo que somos y ensuciarlo o despreciarlo no lo hace desaparecer, solo puede distorcionar la vision que cada uno tenga de si mismo y de "la realidad"...