mercredi 14 octobre 2009

qué (me) pasa con la muerte

La muerte es como el "estiron" de la pubertad, donde crecemos pa todos lados mas rapido de lo que nuestro cerebro alcanza a tomar posesion de estos nuevos territorios, dejandonos cual colonias : funcionando descoordinadamente, medio unidos a la vez que medio separados del poder central, parecidos pero no iguales a la armoniosa totalidad del cuerpo infantil.
La muerte es como perder todos los dientes de leche y estrenar la nueva dentadura definitiva. No sé en qué sentido, pero lo es.
Es dificil elaborarla y yo creo que esto es porque no tenemos por qué elaborarla!! Pasa que la muerte no es "algo personal".. nuestra gente no se NOS muere. se mueren ellos, pero no contra nosotros.
No tiene ningun sentido verla como una pérdida, porque no perdemos nada. La muerte no nos ocurre a nosotros (hasta que se trate de la nuestra, obviamente), es un evento que sobreviene en la vida de alguien mas. La muerte pertenece al muerto.
Obviamente una situacion tan desestabilizante (por lo irrevocable y determinante) remueve los cimientos, sin embargo esa remocion no tendria por qué enfocarse desde el punto de vista del adios y sufrirse desde el infinito dolor del "nunca mas volveré a verlo(a)".
Yo no "veo" en persona hace 3 años a mi padre. Ni a mi hermano, ni a mis amigas. A mi madre hace 1 año... No sé cuando vuelva a Chile, no sé cuando puedan ellos venir a verme. Si lo terrible de la muerte es ese "no ver (mas)", yo estoy, de alguna forma, muerta.
Yo sé que ese peso de lo definitivo e irrevocable no existe en mi caso, pero en términos practicos es asi : no pueden abrazarme cuando es "necesario", no pueden verme cuando se les antoja, no pueden contar conmigo para acompañarlos o escucharlos cualquier dia pésimo en el trabajo...
No estoy... alla. Mi gente querida sabe donde estoy, pero no pueden estar conmigo. Saben que existo aunque no pueden verme y eso porque una situacion de MI vida ha determinado mi estado actual. De MI vida, no de la de ellos : lo saben, lo aceptan, lo respetan.
Con la muerte, en la mayoria de los casos, no hay el factor de la voluntad, es verdad. Pero si existe el hecho que la muerte sobreviene a quien fallece y no a sus allegados. Que no es nada personal, al fin de cuentas!
Cuando se murio mi abuela vi tan claramente esa explosion de emociones de ombligo por parte de todos, vi tan fragil a mi madre -la mujer mas fuerte del oeste- y al borde de un remolino oscuro gigante que se agitaba a sus pies, que no pude sino entender que hay una completa ceguera y visceralidad primaria en el enfrentamiento de un hecho de lo mas complejo, quizas por su simpleza.
Cierto : no la veremos mas. Pero ella no nos abandono, no eligio irse y, menos aun, faltarnos, dejar vacios y necesidades, causar océanos de lagrimas de pena. Entonces por qué tomar esta ausencia fisica como algo personal? por qué teñirla del abandono o dolor que nosotros sentimos, despojando al muerto de su propio evento final, en tanto ser humano?
Se muere alguien que queremos y reaccionamos como un adolescente cuyo novio(a) acaba de dejarlo, centrados en nuestros ombligos dolientes, enfocados en el "qué no tendré, de lo que esta persona me daba/aportaba" y transformamos la muerte en algo nuestro, la envolvemos en nuestros rollos personales, la transformamos en una imagen mitologica, de la misma manera en que, pa los antiguos, el mar agitado obedecia a la furia de Poseidon o las estaciones del año a la presencia y ausencia de Perséfone al lado de su madre, Demeter...
La muerte no es algo personal. Y es del muerto, no se la quitemos. Nosotros ya tenemos bastante trabajo con aprender a elaborar y entender nuestras reacciones, emociones de tripa, miedos irracionales y extrapolaciones mitologicas para, ademas, insistir en sentirnos abandonados y hasta traicionados por un cambio de estado que hace parte de los ciclos naturales de la misma e idéntica forma que lo hace la vida.

12 commentaires:

Georgells a dit…

Madame P... No sólo duele el no volver a ver a alguien. Duele más perder la posibilidad de volver a decirle que le querías...

Por eso, aunque la muerte sea del muerto, la pérdida es del vivo. No por que le hubiera poseido, sino porque pierde una posibilidad, una opción... esa sutil rendija en mi voluntad que reservaba para "hacer las paces", para "perdonar", para "pedir perdón", para hacerle saber que, a pesar de todo, siempre le quise...

Por eso duele.

Abrazo!

G.

P a dit…

aaah, pero por supuesto que entiendo eso y lo he visto de cerquita. Es precisamente ese cumulo de sentimientos a los que me refieron como cosas que, de alguna forma y por diversos mecanismos, le colgamos a la muerte.

Es bien complicado de explicar porque no intento desvalorizar esas emociones, solo desapegarlas de la persona que nos las inspira y del evento (la muerte) que detona el gran caos..

Es que todos esos perdones, declaraciones, reconciliaciones, apapachos, risas, etc. deben pasar en vida, no podemos dejarnos llevar por (y excuseme usté el término) pendejadas que pongamos por encima de lo realmente valioso.. mas facil decirlo que hacerlo, eso también lo sé.

Las cuentas y evaluaciones hay que hacerlas antes, cuando hay tiempo : esta discucion vale una separacion? este desaire vale un olvido? esta rutina vale una negligencia? que la historia sea repetida vale no volver a oirla?

Todas son cosas a resolver cuando tenemos al otro al frente, porque la muerte es algo que sobrevendra tarde o temprano, es inevitable e imprevista la mayoria de las veces.

Cada dia es una buena oportunidad para reconciliarse, expresarse, cuidar, mimar, enseñar, transmitir.. vivir, diria yo sintetizandolo. Estamos obligados a superarnos a nosotros mismos, sino no crecemos.

En fin, es laaaargo de exponer y, como todo, es siempre subjetivo :)

huelladeperro a dit…

Son también parte del condicionamiento cultural; las reacciones viscerales a la muerte. Por acá por estos lares parecen ser los gitanos los que más fuerte gritan y sufren cuando un familiar querido muere.
Yo siempre me he sentido extraño; diferente a los demás en estos temas. Creí durante un tiempo que había un fallo en mi capacidad de amar; en mis registros para la emoción.
Ahora creo que he sido siempre bien consciente, desde muy pequeño, de la inminencia de la muerte; de su irreversibilidad.
Muere alguien. Todos lloran. Algunos desconsoladamente, con gran dolor de corazón. ¿Por qué? ¿No lo habéis sabido siempre, que la muerte se nos lleva sin traernos nunca de vuelta?
Yo sí. Y hago, creo, duelo de la muerte en todo momento de mi vida. Como también hago siempre celebración de la vida, y son buena prueba dello las arruguitas de la risa qui cernent mes yeux.

doux bisou bien vivant pour toi, chère P

P a dit…

sabes lo que nunca he entendido? como esta cultura judeo-cristiana que enseña la resurreccion y la vida eterna nunca logro eliminar todo lo oscuro y apesadumbrante de la muerte del cuerpo...
mis tias paternas, beatas comme les bigotes de Brel, dejan traslucir una tristeza inconmensurable ante la cercania de la muerte (he visto en 2 ocasiones a mi papa jugando domino con la señora de la guadaña..) y sin embargo yo sé que desde que nacieron escucharon lo de la vida eterna, lo de la levedad de la vida terrenal en comparacion a la otra, la fe y la esperanza ante todo, etc.
Y yo, que me volvi "atea", sé que la muerte esta ahi siempre, sé que sobrevendra y sé que saberlo me obliga a sopesar cada segundo de vida.
Fijate que un dia, antes que mi abuela se muriera, estaba con ella en el comedor de diario y me conto algo de su infancia, completamente desconocido para mi y subitamente fui tan lucida que comencé a preguntarle y a disfrutar con una intensidad tan enorme ese momento, sabiendo que era una oportunidad preciosa de conocer algo de alguien que me importa tantisimo y que no va a vivir eternamente. Tener la claridad de ver lo irrepetible y precioso de ese momento, de disfrutarla a ella asi me hizo sentir tan contenta, tan dichosa, como si la felicidad pudiera ser tangible y objetiva y yo estuviera sosteniendo en mis brazos una enorme bola de felicidad pura :)
Y te juro que un momento asi en la vida, uno solo, ya basta para que yo pueda "dejarla ir" y no sentir angustia al saber que su cuerpo ya no existe.
Es toda rara la muerte. Dara el mismo susto y estrés antes de nacer? después de todo es tan desconocida la vida fuera del utero como la muerte, o no?

raindrop a dit…

Profundas reflexiones las que me surgen tras leer el texto y los comentarios. De momento sólo llego a una conclusión: que la muerte es extraña a la vida y, por tanto, a los vivos. Serán ambas caras de una misma moneda, pero igual que la cara y la cruz no se ven (sólo se intuyen, al otro lado), la vida y la muerte tampoco llegan a conocerse: cuando está la una no está la otra y cuando es ésta la presente es porque la otra está ausente.
Sobre la tradición judeo-cristiana, la muerte y la resurrección, me viene a la mente un episodio de los evangelios en que Jesús, ante la tumba de Lázaro y aun sabiendo que lo iba a resucitar instantes después, vertió lágrimas por su amigo muerto. Llorar ante la muerte no es síntoma de desesperación, sino de natural dolor por una pérdida que, reparable o irreparable, presentándose en el mundo de los vivos, lo hace a contrapelo o como elefante en cacharrería.

Y muchas cosas más que se quedan en el tintero. Ya saldrán en otras ocasiones.

besos

Jorge a dit…

yo ya lo tengo dicho, que me aprovechen todo: filetitos de triceps, costillas bien asadas, un cocido con manitas, orejas... ese jamón de cuadriceps, revuelto de sesos, mmm... esos glúteos a la parrilla... Estoy para chuparse los dedos jajaja

P a dit…

Pienso que esa contra los llantos de desesperacion contra los que "peleo", porque claramente no se puede evitar sentir aunque sea una apretujada de corazon al saber que durante muchos años (los que al vivo le queden de vida humana) no sera posible hablar, apretar, besuquear, acompañar, etc a quien muere y eso da ansiedad, eso es seguro.

Me da por periodos cierta fijacion con la muerte y cada vez que la pienso, que la imagino apenas, siento hielo en el pecho, como el eco gigante de un silencio enorme y una oscuridad profunda. No llego a saber si me angustio o racionalizo o qué, solo sé que es algo completamente "extraño".

Me acordé de otra historia sobre la muerte de mi abuela: habia yo escuchado un dia que, con ocasion de la muerte de un ser querido, los monjes tibetanos se ponen a "cantar" sus mantras y sus sonidos que son eco del sonido del universo y esas cosas, todo con el fin de evitar que el alma oiga el llanto y lamento de quienes le sobreviven y permitirle asi "ascender", pasar al nivel siguiente, irse... Me parecio muy linda esta idea y la usé para ilustrar de alguna forma el por qué de mi calma después de la pérdida espantosa que acababa de vivir.

Unos dias después una prima (del otro lado de la familia, es decir que no era nieta de mi abuela pero la conocia y la queria muchisimo -como todo aquél que llego a conocerla, d'ailleurs-) me telefoneo llorando como magdalena y entre sollozo y sollozo me decia que se sentia tan mal porque no habia podido dejar de llorar por "la abuelita Rosa" y tenia miedo que su llanto angustiado le estuviera impidiendo a ella irse al cielo tranquila..

Me enternecio tan profundamente su sentimiento que hasta me hizo sonreir y también entender que lo que es valido para uno no lo es necesariamente para el del lado : yo no podia plantear mi sentir como LA unica via de visualizar o enfrentar la muerte porque si bien para mi es claro que no es mas que MI sentir, a veces los demas se toman un poco como dogma las cosas que uno dice con conviccion, serenidad, seriedad y eso estaba ocasionando gran angustia a otro alguien muy querido y mi abuela, ciertamente, no iba a dejar de hacer su camino.

Yo no sé si lo que me paso respecto a la muerte, a partir de la de mi abuela, fue una gigante racionalizacion o una negacion disfrazada o simplemente una lucidez. Yo la siento mas como lo ultimo y me gusta que asi sea ya que siento como si hubiera encontrado un caminito que estaba tapado de hojas secas y que es el que muestra una evidencia que me hace sentir que la muerte no existe concebida como un gran "se acabo", sino que solo como un cambio de estado y en funcion de eso bastaria ser capaz de entender las posibles nuevas formas en que nuestra persona querida existira de nuevo.

Mi abuela se volvio rayito de sol de primavera con brisa suave refrescante : cada vez que encuentro eso escucho su voz o huelo sus crêpes o veo sus manos. Y es hermoso..

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Por otro lado y en términos de cuerpo muerto, espero que a mi me aprovechen lo mas que se pueda, también. Qué desperdicio enterrarme pa que engorden los gusanos pudiendo servir pa tanta cosa. EN el peor de los casos que me coman los leones del zoologico, pero un cuerpo que ya nadie disfrutara y que, lamentablemente, no puede ser plato de fondo de persona alguna (tanto prejuicio con el canibalismo! entendible si el difunto estaba enfermo, claro), deberia poder ser util, creo yo. A mi qué me importa, no seré consciente de ello, pero puede que a otros les sirva y pudiendo cooperar por qué no hacerlo!!

Jorge a dit…

Perdiendo razón y la razón... AFortunadamente

Jejeje, los gusanos nos crían como nosotros criamos a las vacas para formar parte de su dieta. Podría ser. Podría ser hasta un punto muy extremo.

Para dormirse hay que dejar de intentarlo. Lo mismo para tener un orgasmo. Lo mismo para vivir. Lo mismo para morir. Cuanto más se intenta y piensa menos sucede, con menos intensidad, valor, colores, músicas y demás sinestesias. Perderse, no ser. Cuando hablo de la muerte me entran ganas de follar a lo bestia. En los entierros a los que fui siempre me imaginé copulando con la viuda, la hija huerfana o la tía desconsolada. Aquellas fantasias derivaban en orgías grupales encima de la tumba con sacerdote incluido. TEndían después a escenas cariñosas y tiernas con besitos y caricias por todo el cuerpo. Me descojono de mi mismo cuando me empalmo en mitad del ritual mientras la familia, la mia también, llora desconsolada. ¿Llevarán la ropa interior negra? Jajaja... Me dan ganas de levantarlas la falda cuando les estoy dando el pésame ese de mierda, que parece una especie de dilatador-consolador del sufrimiento. POr dios, el homenaje es a la vida no a la muerte. Es un funeral y el que se ha muerto se ha muerto para recordarnos lo gilippollas que somos, lo mal que vivimos y nos lo montamos. A mi me es indiferente quien se muera. Es lo mismo mi madre que un negrito sidoso del África Occidental que yo mismo. Como dices, es un cambio de estado. Muere quien creemos que somos. Lo demás poco tiene que ver con nosotros. Nosotros tenemos poco que ver con nosotros en vida. Todas esos problemas, chorradillas, insultos, viajes, novios, hijos, polvos, malo, bueno... son un puto chiste. EL sinsentido es tratar de buscar un sentido a todo esto, a la vida, a la muerte, al cambio de estado, al orgasmo y a la madre que me parió. Si lo quieres encontrar lo encontrarás, por supuesto, querido saltamontes. Y si quieres prueba DMT para ir más allá de las religiones, morir en vida y toda esa sarta de la molecula espiritual y demas que me aburren ya tanto. Por ejemplo, quien nos mata está viviendo. Todas nuestras enfermedades son formas de vida, una sola quizás, quien sabe, otra forma de entender lo de existir en este campo de juego en el que jugamos.

Weno, voy a ver que hago con el bulto este de la entrepierna

P a dit…

sera por ese lado la congoja, lo de "muere quien creemos que somos", en el sentido de que nos definimos mucho a partir de lo que los demas dicen de nosotros, de quienes son, de como son y qué hacen, de cuanto nos quieren, aceptan, respetan, valoran, etc. Supongo que eso es normal y es causa de que duela tanto la muerte de los cercanos/queridos : es como perder parte de la identidad, desfigurarse, desaparecer en algun aspecto, un contacto brutal con la realidad perecedera (asi como en la adolescencia creemos que nada puede sucedernos, en la vida en gral. no somos conscientes de la muerte, como dice Rain, que es la otra cara de la moneda y por lo mismo si bien hace parte de un todo nos es extraña)
En fin, a ratos me siento como Dexter tratando de entender, mediante explicaciones, los sentimientos que son pura tripa. Es un sinsentido, es verdad. Evidentemente no es el camino, pero que le voy a hacer! respeto el sentimiento ajeno aunque a mi me lluevan las criticas por la forma en que yo enfrento el final de la vida.
Y celebro la vida, si. Ayer caminaba por un barrio feisimo y habia un atardecer maravilloso : puros colores frios, nubes azul-oscuro redondeadas y alargadas sobre filamentos de nubes blancas radiantes de bordes amarillos, el cielo al fondo-fondo de un celeste palido y nitido. Ese tipo de contrapuntos nos ofrece la existencia a cada segundo, sea conceptual, formal, estetica o humanamente y en ello me regocijo cada vez que puedo, ya sea disfrutando, ya sea analizando, ya sea despotricando, después de todo son todos aspectos de la vida. Y yo estoy completamente viva.

Jorge a dit…

Muramos también. Celebrémos la muerte! Yo creo que todos vivimos y morimos al mismo tiempo, que ahora mismo sucede en nosotros, que ambos extremos son el cero y el uno de mismo programa “informático” que configura nuestra arquitectura existencial. Los extremos se tocan y siempre terminan por fundirse. Y creo que la intensidad-insipidez con la que uno vive depende absolutamente de la intensidad con que uno muere “en vida” y viceversa. El Yihad, nuestra guerra santa, la iluminación, el nirvana, el reino de los cielos… es la muerte de lo que creemos que somos, de nuestro Ego-definición, de matar a nuestro yo. Y hacer esto, ese asesinato nos lanza a un estado de sensibilidad tal hacia nosotros mismos que no queda otra que enfrentarse a la enfermedad, el dolor, los síntomas que sufrimos en nuestro cuerpo, que son simple expresión de nuestra inconsciencia, nuestra mente, lo que no somos capaces de ver, lo que no queremos ver. Todos nuestros dolores y enfermedades son una especie de metáfora, una oportunidad, una llamada de atención, nuestra mente expresándose en nuestro cuerpo, diciendo: eh, caraculo, cagondemierda (jajaja, mi mente me tiene un cariño que no veas), reacciona hazme caso, soy la alarma a la que no prestas atención, soy el siguiente peldaño, soy el eco de la muerte, el eco de la vida, soy el peligro que no ves, soy el daño que te estás haciendo, soy tu mente manifestada en el dolor de tu rodilla, hígado, estómago… Soy el libro a la espera de ser abierto, la sabiduría de la que reniegas, soy la oferta de tu autocuración.

El tiempo y el espacio son solo escenarios que nnuestas mentes han construido para no perderse, no volverse loco, pero en realidad no existen.

Lo que nosotros creemos que es nacer y morir en verdad sucede en nosotros constantemente. No somos conscientes de ello a menudo, como no lo somos de los inicios de nuestras enfermedades. Los síntomas irán en aumento hasta que consigan despertar el grado de sensibilidad elegido por cada uno, hasta donde queramos aguantar, cuantas pastillas aliviadoras para seguir queremos tomar. La muerte, lo que normalmente consideramos como muerte, por tanto, es el último aviso, el síntoma más intenso, aquel que nos catapulta a contemplarnos con total sinceridad y dureza, la que no tuvimos antes. Esto a menudo es inaguantable, demasiada mierda, demasiadas cosas que arreglar, no saber por donde empezar, demasiado viciado, demasiado cansancio. Entonces mueres y un nuevo escenario es ofrecido para renacer, como siempre sucedió antes.

Jorge a dit…

Cuando siento estas cosas que pienso y escribo siento ganas de hacer el amor, que no follar, con una desconocida

P a dit…

aah las enfermedades.. un dia me di cuenta o me inventé que todas y cada una de ellas son ocasionadas por nosotros mismos. Fue cuando noté que en la adolescencia, cuando tenia mucho que decir, mucha queja, mucha rebeldia, etc y sin embargo una autoridad paterna fuertisima, restrictiva y de "te atreves a juzgarme!!!?" me bloqueaba la expresion, yo sufria unas amigdalitis feroces. Claro, si no podia hablar en términos psicologicos, terminaba no pudiendo hablar fisiologicamente.
Luego noté que cuando hay situaciones que no soporto bien, que "no me trago" y me enrabian, me vienen casi ataques de acidez o directamente gastritis, no sé, pero que duele, duele!
Y mi madre que mucho tiempo habra sentido algun sofoco que nunca expreso, una falta de libertad de la que ni cuenta se ha dado (eso si es freak) un dia, sin ningun detonante en especial, resulto que tuvo asma (ahi mi proceso fue inductivo, pa saber cual era su rollo)
Y mi aprehensivo padre, a quién se le "apretaba" el corazon de ver que yo hacia cosas que estaban mal para su universo mental, tuvo problemas en una coronaria.. y después cancer. Y él es paciente asintomatico.
A mis ojos es evidente el nexo, entonces me creo mi teoria.
Y por eso, creo, toco todo mucho (ni me doy cuenta cuando estoy haciéndolo) y me muevo tocando los muros, los objetos.. porque se me ocurre que un dia me quedaré ciega por eso de "no hay peor ciego que el que no quiere ver".. no es un orgullo decirlo, es solo una realidad que espero poder cambiar (ya sabes, morir de eso y renacer-me).
En fin, soy completamente neurotica, pero como no sé ser de otra forma no imagino siquiera la vida desde un angulo diferente.
Y tampoco me gusta pasar pensando en lo terrible o en lo miserable - egoista - estupido (etc) de demasiada gente que existe alrededeor, prefiero ver los lados buenos, descubrir las gentilezas, confianzas, cariños y lucidez. Eso.

Y por el 2o comentario : suponiendo que vivieras un mundo super sociable y conocieras 10 000 personas o mas, eso te deja un universo de 5 999 990 000 personas mas en el mundo, de las que un poco mas de la mitad son mujeres > eso son muchas desconocidas con quienes puedes toparte y hacer el amor, asi que no es algo lejano, irreal o imposible lo que se te antoja.

... cave canem ... cave canem ... cave canem ... cave canem ... cave canem ...